Cada niño es un universo, con esta oración nos hemos quedado nuestro grupo después de haber visto esta charla. 

La profesión para la cual nos estamos preparando es mucho más compleja de lo que la sociedad actual cree, pues de nuestras manos va a depender el futuro que puedan tener los niños y niñas a los que vamos a educar. ¿Depender? os preguntareis al leernos. 

Sí, depende de como los eduquemos, depende los recuerdos que vayan almacenando para si, depende de los valores que inculquemos, depende de lo que lleguemos a conocerlos y como no, a conocernos a nosotros mismos... Depende de los felices que podamos llegar a hacer a esos pequeños mientras aprenden. 

Los docentes queremos ser escuchados, pero para ello primero hay que aprender a escuchar. A escuchar a aquellos por lo que estamos en este maravilloso mundo, los niños.